Caminante, no hay camino… que no esté en Internet


Viajar es un desafío y una aventura, y si bien requiere un mínimo de dinero disponible, el factor económico es cada vez menos un impedimento de peso. Muchas veces se trata de tener el ímpetu que nos permita rebatir el dicho “mejor malo conocido que bueno por conocer” y meternos de lleno en una realidad distinta…

Esta es mi premisa, verificada con creces a lo largo de este año, en especial durante el semestre que duró mi intercambio académico y que permitió gozar de tantos paisajes europeos imborrables.

El propósito de este artículo que escribí para la revista digital de mi Facultad es adentrarnos en algunas oportunidades que llegan de una mano virtual pero sumamente efectiva: Internet. Siempre Internet, en todo Internet, cada vez más, y el sector turístico no es la excepción. De hecho, ha cambiado radicalmente su modus operandi y su esencia con el advenimiento de la interconexión global en tiempo real. Por mencionar dos grandes rupturas con beneficios para los viajeros: la posibilidad de gestionar de forma rápida y gratuita los distintos servicios necesarios para concretar un viaje (alojamiento, traslado, excursiones) y que esa gestión pueda hacerla el cliente de manera directa, sin necesidad de un intermediario (el clásico operador o agente turístico).

Los invito a leer el artículo y conocer más implicaciones de Internet en nuestra vida (de turistas) y sumarse con sus comentarios y aportes. ¿Qué otras posibilidades se podría explorar con Internet en lo referente a servicios al viajero? ¿Han tenido alguna experiencia negativa?

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